Luego de más de 20 años de experiencia en el Hogar San Cayetano, acompañando a chicas del campo para que cursen la secundaria, surgió en la parroquia la pregunta de qué hacer para apoyar a las jóvenes que quisieran seguir estudios superiores. Esa inquietud llevó a la creación de la Residencia Universitaria María Madre de la Juventud, cinco años atrás.
Me sumé a este sueño como voluntaria hace cuatro meses, viviendo en la residencia y acompañando a las chicas. Somos 9. Cada una tiene su carrera, sus horarios, sus actividades. Compartimos las comidas y los mates en medio de los apuntes. También salidas, películas, festejos. Entre todas nos organizamos para realizar las compras y la limpieza. Además, estamos llevando adelante una incipiente huerta.
Hace unos días me preguntaron si es lo que esperaba antes de venir. No había formado en mi cabeza una imagen muy nítida. Sin embargo, me sorprendieron los valores humanos de las chicas, su sensibilidad para reflexionar sobre temas de actualidad, sus ganas de progresar y la solvencia con que organizan sus actividades y el manejo de la casa.
Este año la convivencia es muy buena. En la residencia siempre hay mate y algo rico, alguien con quien charlar y reír, alguien a pedir una mano.
María Belén Tinetti – Voluntaria Permanente
Salida de chicas!!!
Huerta en la Residencia Universitaria, todas trabajamos